sábado, 26 de octubre de 2013

SOBRE EXCLUYENTES Y EXCLUIDOS



  Lo simple se hace evidente y la evidencia está en lo más simple, en lo más pequeño.- Grandes argumentos jurídicos-filosóficos, referencias a fojas que densifican una lectura que presupone memorización previa del argumento referenciado, maquinaria técnico-jurídico-científico que aleja el interés del común de la calle para preservar en la logia el aparato fraudulento escondido tras la criptología de lo que vulgarmente se llama “vocabulario técnico”.
Un cierto rigor instalado hasta en la forma de vivir y expresarse de forma no natural y forzada por eso de ser un “abogado” el 100% del tiempo. Hasta algunos hacen de eso un arte…el arte de esconder lo simple.
  
Una pequeña muestra-no hablamos de grandes trozos- es la causa por la que hoy retiene indebidamente al portero del edificio de Dr. Ravignani 2360 en la cárcel de Ezeiza en espera de ser el gran  aporte como carne de cañón de la enorme cofradía jurídica de la República Argentina.

 Sí; ni más ni menos que eso. Y como él, tantos otros que pasaron por la desgraciada máquina de hacer justicia en este país. Maquinaria aceitada por prácticas jurídicas aberrantes que se apoyan en deplorables y criminales investigaciones previas para dictaminar, con sus dedos finamente ágiles y uñas de manicure, sentados con el mandil masón por debajo de los pantalones, la vida, muerte, tragedia y deshonra de cuanto inocente caiga en sus manos. Todo sea por el ejercicio de la justicia, palabra devenida palabreja desde que encontraron que el mejor modo de HACER JUSTICIA es buscar entre el mar de bobos alguno que les cuadre para sus tareas de exterminio. De exterminio del buen nombre y honor de las personas, de exterminio de la credibilidad, del exterminio de la buena fe.
  
Gente que imparte justicia, que sienta jurisprudencia, que escribe textos, que ata y desata aquí en la tierra. Por eso cuando lo simple los sorprende, llega como si fuera una agresión. Porque lo simple no es agresivo sino porque a ellos los ofende dado su alto concepto del pensamiento.
  
Un pequeño y supuesto registro de ADN estableció para algunos una terrible incriminación y para otros, absolutamente lo contrario. Entonces, ¿a qué viene esta gran discrepancia?
¿Falla la máquina o el hombre que la manipula?
¿Falla el desarrollo del protocolo o el hombre que lo interpreta?
¿Falla el procedimiento o la falta de ética de aquel que lleva adelante el procedimiento?
Nada es perfecto pero todo es perfectible. Si el ensayo y el error es fuente de conocimiento y experiencia en los actos humanos, ciertamente la templanza y el criterio son el componente que hace que esos actos humanos medidos en ensayos y errores puedan trascender convertidos en actos de justicia y búsqueda de la verdad.

Aunque no lo podamos reconocer en estos planteos legales, el Relativismo es un doctrina filosófica instalada desde hace décadas en el pensamiento mayoritario y que termina siendo el argumento favorito de los que evaden la sencillez de la verdad al afirmar con el desenfado de nuestros tiempos finales “ud lo ve así, yo lo veo de esta otra manera”. Una verdadera dictadura que regula los lugares donde deben permanecer los valores, la convicción, la lealtad. Todo en el cajón de lo relativo.

Hay riesgos innecesarios que se corren cuando se permite relativizar un criterio para establecer condenas judiciales. ¿Cómo dicen en la jerga judicial? ¿“sano criterio y leal entender”? Lo terrible de esto es que el martillo lo tiene uno solo y es justamente el que todo relativiza: “denegado” “improcedente” “imposición de costas”, “bla-bla
  Planteamos en nuestras publicaciones una línea investigativa alimentada por dos vertientes:
  La científica, desde la rigurosidad de los Witness Expert Report 1 y 2 del Dr. Darío Veretnik para abordar el estudio del minúsculo ADN relativizado como “incriminante
  La pragmática, con investigaciones detalladas y responsables del esquema general del caso Ángeles Rawson.
  
Sin acceso al expediente, sin contactos “de peso”, sin patrocinadores que nos acompañen, surgieron de a poco un puñado de publicaciones que hablan de gente que le dio al caso Ángeles mucho tiempo de su vida personal en aras de la Verdad; Valor supremo y corona de redención para aquel que la merece. El tema es reconocerla.
  Por eso estamos aquí, escribiendo a altas horas de noche, como tantos otros, para apuntar en esta oportunidad la segunda parte de nuestra publicación. Vamos por la parte árida del tema a la que resolveremos de la forma más simple.
  
Lo absolutamente sorprendente  de esta historia es la maravillosa división de tareas dispuestas para conseguir un fin que se plasma en un folio, uno más, con marca de agua del Poder Judicial de la Nación-Centro de Información judicial.
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  • Una investigación primaria a cargo de los auxiliares de la justicia. La Policía, que buscará las pruebas necesarias para dilucidar el crimen. Grupo 1, por llamarlo así.
  •    La constitución de un expediente judicial con fuero en tal juzgado y tal fiscalía que reunirá las fojas que acreditarán que la investigación del equipo 1 llegó a buen término. Grupo 2.
  • En el medio, un grupo de poder moviendo los hilos “tras las cortinas” como decía Disraeli cuando hablaba sobre los que gobiernan al mundo, para marcar los tiempos electorales y políticos que no son necesariamente los tiempos ni intereses del conveniente imputado que encontraron para resolver positivamente el “estoy en paz” de una madre. Grupo 3.


Construcción del expediente-armado del caso- con indicios y sin pruebas. Indicios que comienzan con “nos permite inferir que” o con, admitamos,  “pruebas” como el ADN que comienzan con prestigiosas frases académicas “son compatibles con..” UN CHASCO TOTAL. O es, o no es.

  Al decir de  Daniela Insaurralde, Licenciada en Genética a cargo del Gabinete de Biología del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial, las cuestiones en genética y en criminalística se resuelven sencillamente por la exclusión o por la inclusión. Encontramos un artículo muy interesante sobre su trabajo en Posadas (Misiones) al que transcribimos por partes  para marcar el sentido de la información que nos transmite
"El banco de datos genéticos podría ayudar a la resolución de causas en las que no se cuenta con sospechosos, pero sí con evidencias, que podrían compararse con muestras actuales. También evitarían que se inculpe falsamente a una persona". "Consiste en almacenar información genética a partir de una muestra biológica, almacenamiento de perfiles genéticos de personas imputadas en delitos contra la integridad sexual".
Un momento Licenciada, el Sr. Jorge Mangeri no figuraba en ninguna base de datos de delincuentes sexuales. ¿El cálculo de probabilidades se hace sobre ese universo de perfiles genéticos de imputados? ¿Cuántos hay registrados?

  Para Insaurralde se trata "fundamentalmente de un registro de los perfiles genéticos de condenados. El proceso y almacenado de muestras que en el Cuerpo Médico Forense lo tomamos en varias partes, desde el lugar del hallazgo de un cadáver, por ejemplo, o desde la toma de muestra biológicas a la víctima de una violación", aunque remarcó que "también se toman registros de otros materiales, por ejemplo de los elementos secuestrados por el juzgado en una causa".
  "Hoy la toma de muestras es a través de hisopados bucales, antes se tomaban de la sangre pero a nivel internacional se estandarizó el registro de células epiteliales gracias al raspado de la mucosa bucal, es un método menos invasivo".

 Qué buen dato nos acerca, Licenciada! De manera que a nivel internacional se estableció que el hisopado bucal es menos invasivo? Entonces ¿porqué se hizo el test de ADN del portero a partir de un elemento tan invasivo como una muestra de sangre? ¿Se habrá enterado el SDHG que ya no se lo recomienda más?

Hoy se discute mediáticamente el valor de las pruebas de ADN, a nivel nacional con el caso Ángeles Rawson. ¿El patrón genético presenta grietas, margen de error?
"La genética es una ciencia exacta, fáctica, nosotros podemos refutar, comprobar y pedir nuevas pruebas para determinar el resultado final exacto. Todo ese material lo almacenamos en el gabinete". Contesta la Licenciada.
  
Lamentablemente Licenciada, las cosas no sucedieron de tal forma. Ya lo confirmó el juez Rios en el fallo del 11 de octubre: se agotaron las muestras porque se hizo a conciencia, o sea hasta agotar stock como en el almacén del barrio. Aparte, Licenciada Insaurralde, no había quién protestara por el resultado porque no fue notificado a tiempo. Hubo un fin de semana largo ahí que al parecer a nadie le importó, excepto a los “rigurosos tiempos judiciales”  Subterfugios legales inimaginables.

 "Podemos tener un laboratorio muy complejo, con lo último en capacitación, idoneidad y tecnología, pero si la toma de muestra está mal hecha no nos sirve de nada el análisis. La toma y conservación de la muestra es el punto más importante del trabajo de un perito para una causa judicial". "La persona que hace ese trabajo tiene que tener el suficiente conocimiento científico, experiencia de campo y una serie de valores referidos estrictamente a la ética profesional, puesto que trabajamos a veces, en los casos penales, con una sola muestra y si está mal tomada o mal acondicionada, o se rompe la cadena de custodia, perdemos todo". "Es una trabajo a conciencia, riguroso y muy específico".
Palabras claves, Sra. Insaurralde! “conservación de la muestra” “muestra mal tomada” “cadena de custodia” “perdemos todo”! No podía decirlo mejor. Y aquí ¿qué grupo cae por error de protocolo? El grupo 1, el grupo 2 o el grupo 3? “Por ende”, como dijo Ferrari, cae por su peso el eslabón primigenio de la investigación: el grupo 1: Policía científica. Cierto, pero no menos cierto que Grupo 1 obedece a Grupo 2. Por lo tanto, el responsable de todo esto es Grupo 2.

 "El Poder Judicial tiene una serie de requisitos a cumplir antes de firmar convenios con laboratorios moleculares, tenemos que brindar a la Justicia una veracidad, autenticidad, seguridad de las muestras, por eso se le exige a los laboratorios estar habilitados con personal idóneo, y poseer todos los controles de calidad que se exigen a nivel nacional e internacional, esto implica que un control de calidad se evidencia cuando un laboratorio envía el resultado del análisis específico como también la interpretación del estudio, es decir un informe completo práctico y teórico"
Bien. Ahora nos habla sobre los laboratorios y nos gusta el requisito “poseer todos los controles de calidad que se exigen a nivel nacional e internacional”, algo que venimos cuestionando al SHDG del Dr. Daniel Corach. Pero ¿quiénes somos nosotros para cuestionar a un laboratorio? Por favor, continúe

¿Con  cuántos laboratorios tienen convenios? 
"Trabajamos con dos laboratorios por estas razones, antes lo hacíamos con más centros pero como no cumplían con las exigencias quedaron sólo dos, uno de Posadas, el Centro de estudios moleculares y genética forense y el del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Buenos Aires, a cargo de Gustavo Penasino".
¡Alto ahí, Licenciada! ¿Qué está diciendo? ¿Con solo dos laboratorios? ¿Y con el SHDG? ¿El Servicio de Huellas Digitales Genéticas no reúne los requisitos y por esa razón está excluido? De manera que el único referente válido es el del Dr. Penacino…

¿Los plazos para obtener un resultado varían de acuerdo al requerimiento judicial?

"Es un cierto mito el que de un día para el otro se puede obtener una huella genética, conlleva un determinado tiempo. La genética molecular necesita de un procedimiento largo, nosotros tenemos hasta quince días de plazo como máximo para determinar la muestra, o hasta siete de acuerdo a la exigencia. Utilizamos instrumentales donde se cargan muchas muestras, pero en una semana podemos obtener resultados completos de una pericia genética, aunque también influye el tipo de prueba que se analiza, no es lo mismo una mancha de sangre fresca que restos óseos, o una prenda de vestir, o un pelo".
Sin embargo el caso Ángeles se “resolvió” en 48 hs. Sí, un procedimiento de rutina: muestra tomada el 17 a hs 17 e informe firmado el 19 a hs. 14. Corrida de muestras simultánea para no perder más tiempo, o sea apertura de sobres de muestras de uñas de víctima y sobres de muestras de imputado. Todo en la misma mesita de trabajo.

¿La prueba genética es determinante entonces?

  "En genética no hay falsos negativos, o es excluyente o incluyente, por eso hablamos de porcentajes, porque dentro de un perfil genético encontramos, en el ADN no codificante, marcadores, dentro de los autosómicos trabajamos con 16 marcadores a nivel internacional, aunque hoy en día se amplió el número. Dentro del cromosoma Y, masculino, se trabaja con once marcadores, cada uno de ellos tiene un porcentaje dentro de la población en general. La suma de todos los marcadores de un individuo tiene que coincidir con el 99,99 por ciento. En caso que no haya coincidencia en uno o dos, ya no hay correspondencia entre la muestra y el sospechoso".
  
Así son las cosas de sencillas. Una sola discrepancia es suficiente para EXCLUIR al sospechoso de la escena. ¿Hay que seguir buscando entonces? ¿Vamos por los otros dedos, entonces? Un dedo índice donde aparecen todos los datos genéticos del portero pero por esas cosas de la genética, el sistema PENTA D, uno de los más importantes para la identificación, surge un alelo 14 –que podrá pertenecer a la niña o a un pariente directo de ella- y que EXCLUYE totalmente al portero, ya que éste posee alelos 9 y 13.

Tal como nos señalara el Dr. Veretnik hace horas nomás, según las recomendaciones del DNA Advisory Board of the US Ministry of Justice "In forensics,when 1 system fails to match when comparing the genotypes of evidence and the reference sample, this will be declared a NON-MATCHED regardless of how many systems have matched
“cuando uno solo sistema fracasa en coincidir al comparar los genotipos de la evidencia con la muestra de referencia, éste deberá ser declarado EXCLUYENTE a pesar de la cantidad de sistemas que hayan acreditado compatibilidad. “

 Por último no podía faltar la palabra de autoridad del Dr. Corach en su propia defensa:
Si se halla material genético, "se pide una muestra de referencia que aporta el sospechoso, cuya identidad podemos o no conocer porque muchos casos son muestras `a ciego`, codificadas, lo que es correcto para la independencia de la investigación", dijo Corach.
  ¿“Muestras a ciegas”? No conocemos eso nosotros. La única muestra ciega que vimos fue la de Ángeles que no tenía ni siquiera un rótulo que la identificara en sus gráficos. Ni sus iniciales. Sólo un lacónico M14. ¿Habrá sido su uña?


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